El borrador de la Lei de Comercio establece la libertad de idioma del propietario para rotular su establecimiento
GALICIA
Los 43.000 comerciantes gallegos tendrán plena libertad para elegir en cuál de los dos idiomas oficiales de la comunidad quieren rotular sus establecimientos. Así lo establece el anteproyecto de la Lei de Comercio que la Xunta presentó ayer como una norma con la que pretende buscar el equilibrio entre la protección del consumidor y del pequeño y mediano comercio, dentro de un escenario que está marcado por la liberalización europea del sector.
El aspecto referido a la libertad lingüística de los comerciantes es uno de los más relevantes de la norma desde el punto de vista político, por cuanto zanja la controversia que el BNG abrió en la pasada legislatura en el seno del Gobierno bipartito, con una propuesta en la que abogaba por vincular las ayudas de la Xunta a los propietarios a que rotularan sus comercios en gallego. Frente a aquella pretensión, el borrador que ayer esbozó el conselleiro de Industria, Javier Guerra, se pliega a la libertad que establece el Estatuto, cuando determina que nadie podrá ser discriminado por usar una u otra lengua.
El anteproyecto incorpora las definiciones de los períodos de rebajas y de otras situaciones novedosas que evidencian el desarrollo experimentado por el comercio en Galicia desde que en 1988 se aprobó la norma actual, como las ferias de oportunidades, los outlet y la venta ambulante. También regulará la necesidad de autorización autonómica para superficies de más de 2.500 metros cuadrados y figuras como los vales de compra, que ya no tendrán caducidad.
Feijoo echa un capote a Guerra
El borrador prevé crear órganos de carácter consultivo, como el Observatorio Galego de Comercio y otros como la Rede de Dinamización Comercial y el Rexistro Galego de Comercio. Feijoo, que insistió en el consenso con el sector, consideró oportuno echar un capote a Guerra y le agradeció su trabajo en el anteproyecto. El conselleiro improvisó un curioso saludo a los periodistas. «Aínda que seguramente non o crean, estou encantado de velos», manifestó.
La Federación Galega de Comercio saludó con una valoración inicial positiva el borrador de una ley que atiende sus demandas y que «dotará ao sector dunha norma adaptada á súa realidade actual». El colectivo analizará con detalle el texto.